Hace años, cuando estaba en 1° de la universidad, como pollito nuevo, sin conocer a nadie ademas que yo salí se 4° medio y entere al tiro a estudiar, pasando de ser de los mayores, de los que gobernaban en los patios de aquel recinto estudiantil, de los que nadie menor de 17 años se atrevía a molestar (en algunos casos) a ser un pollo nuevo. La cosa es que después de varios meses de estudiar Tecnología Medica, un día saliendo del laboratorio pasamos por la sala donde trabajan los de cocina ( o mejor dicho preparan las cosas por las que les ponen nota) y pensé - Pude haber estudiado gastronomía, es interesante y linda la carrera - , fue un pensamiento de momento aunque después del segundo semestre reprobar un ramo, comencé a molestar a mi mamá, mama me quiero cambiar a cocina, cosa que a ella no le gustaba para nada jaja... pero seguí estudiando, inventando horas para terminar trabajos, trabajar para amortiguar un poco la carga económica, el desgaste físico y psicológico pro el hecho de no descansar ningún día a la semana (por que las clases de 8 a 5, 6, 7 incluso hasta las 8 algunas veces) terminó por dejarme la mente frágil.
4° año, no doy mas, el sistema de salud en Chile es una mierda, la total diferencia entre un hospital público y una clínica, las cosas que vi, los tratos que vi y oí, las cosas que me pasaron terminaron por hacerme renunciar a todo eso; mi mamá me apoyo, me retiro de la universidad, pero me dijo que tenía que estudiar algo, y ahí fue donde a ella se le prendió el foco (por que en ese momento no tenia mente para pensar en nada) y me dijo -Mira, aquí hay unas mallas de gastronimía de distintas universidades aquí en Rancagua- yo como obediente que soy ( seee... seguro XD ) las vi, me intereso bastante; una semana despues mi madre querida me llevo al instituto Santo Tomás ( ¬¬ y pensar que yo estudié en la universidad Santo Tomás ) me matriculé y ahora estoy esperando el inicio de clases con ansias ( eeeehh... ya... me creo jaja ) , pero la cosa es esa, elegí mi camino, aunque me costo darme cuenta, descubrí (según mucha gente) un talento nato que no sabía que tenía, una muy querida persona para mi me dijo -Me alegro de que estés en esa carrera, te estabas haciendo sufrir con la otra-.
Creo que debí haberle hecho caso a mi instinto hace unos años, antes de perder 4 años en algo (que por mucho que aprendiera de medicina y por lo cual ya no me hacen lesa en el hospital o la clínica) que creí era lo mío, debí haber sabido que la cocina es lo mio, el concentrarse, variar, improvisar, crear, decorar, hacer feliz a la gente y encantarla con sabores aunque solo dure unos minutos, definitivamente eso es lo mio, no la gente, si no el crear algo que guste, que deleite, que me haga saber que hago algo bueno, por lo cual la gente me reconoce, y espero, de verdad espero, me reconozcan por ello... el cocinar.
Un consejo: cambia la fuente del blog, que dificulta un poco la lectura del mismo.
ResponderEliminarPor lo demás, ya conoces lo que pienso al respecto, y repetirlo sería redundancia. Solo recuerda que no sirve de nada lamentarse por las decisiones tomadas; más vale mirar hacia adelante, y tratar de no cometer los mismos errores. La vida es un aprendizaje, extrae todo lo que puedas de ella.